
En el condado de Sedgwick, el proceso para renovar placas vehiculares sigue generando largas filas y frustración entre algunos residentes. Las autoridades aseguran que están haciendo cambios para mejorar el servicio, aunque por ahora quienes necesitan hacer un trámite deben ir con mucha paciencia.
En semanas recientes, estas oficinas enfrentaron fallas en el sistema de pago y filas que se extendían hasta la calle. Desde entonces, la administración afirma que trabaja para superar esas dificultades y agilizar los servicios que se prestan todos los días.
Hoy las filas ya no son tan dramáticas como antes, aunque la espera sigue siendo larga para muchos usuarios. Don Rubén Cardona contó que tuvo que esperar alrededor de seis horas para ser atendido, además de la visita que hizo el día anterior. Según él, “no entiende por qué se demora tanto el trámite” si solo necesitaba una renovación.
Aun así, algunos usuarios señalan que todo depende del tipo de trámite. “Pensamos que por el cierre se iba a demorar más, pero no fue así”, dijo Juan Larin, quien logró avanzar más rápido de lo esperado.
Desde la tesorería del condado, explican que uno de los principales motivos de estas demoras son las renovaciones de placas personalizadas, que se concentran en estas semanas y generan una enorme presión sobre el personal. La jefa de tesorería, Brandy Bailey, indicó que trabajan con la Legislatura estatal para modificar la ley y que estas placas pasen de renovarse cada cinco años a un sistema escalonado, evitando así el colapso temporal del servicio.
Bailey explicó también que ahora las ventanillas operan de manera continua durante las ocho horas del servicio y que cada taquilla puede procesar en promedio unas 50 transacciones al día. Actualmente hay 29 empleados trabajando a tiempo completo. Esa productividad, señala, ha sido uno de los beneficios de unificar la oficina de la avenida Kellogg con la de Douglas. Funcionarias como Carmentina aseguran que “se hace todo lo posible para atender pronto a todos”.
Además del objetivo operativo, existe un factor económico clave detrás de esa consolidación. Bailey detalló que las tarifas que financian esta oficina no se han incrementado en 50 años y ya no alcanzan para operar varias sedes al mismo tiempo. Cerrar la oficina anterior, dijo, permitirá ahorrar unos 350,000 dólares al año para mantener la operación actual sin recortes mayores.
Las autoridades recomiendan cancelar las citas que no se puedan cumplir y recuerdan que los trámites sencillos pueden realizarse en línea o por correo. El objetivo es que quienes realmente necesiten atención presencial puedan avanzar con mayor rapidez y sin esperas excesivas.
Además de esta sede, en todo el condado hay otras cinco oficinas que procesan aproximadamente 3,100 transacciones diarias. Se espera que en noviembre se abran dos oficinas más para seguir mejorando la atención al público.





