
Por Karen Gutiérrez, Univision
Denver, Colorado | 28 de octubre de 2025
La compañía OpenAI, creadora de ChatGPT, anunció este martes una reorganización de su estructura empresarial que marca un antes y un después en la industria de la inteligencia artificial. La empresa pasará de ser un simple emprendimiento con fines limitados a una corporación de beneficio público (Public Benefit Corporation), con la aprobación de la fiscal general de Delaware, Kathy Jennings.
El cambio, que culmina tras más de un año de negociaciones con autoridades de Delaware y California, permitirá a OpenAI obtener mayores beneficios comerciales de su tecnología sin perder su estructura original sin fines de lucro.
Del modelo sin fines de lucro a una corporación híbrida
OpenAI explicó en un comunicado que completó su “recapitalización” y simplificó su estructura corporativa, en un proceso que busca equilibrar la rentabilidad con su misión original de desarrollar IA segura para la humanidad.
“El nonprofit sigue teniendo el control de la parte con fines de lucro, y ahora cuenta con un camino directo hacia recursos mayores antes de la llegada de la AGI”, escribió Bret Taylor, presidente del consejo de OpenAI, en el blog oficial de la compañía.
El término AGI (Artificial General Intelligence) se refiere a sistemas altamente autónomos capaces de superar a los humanos en la mayoría de las tareas económicamente valiosas. Desde su fundación en 2015, OpenAI ha declarado que su propósito es “construir AGI de manera segura y en beneficio de toda la humanidad.”
Microsoft obtiene una participación del 27%
Como parte de la reestructuración, OpenAI firmó un nuevo acuerdo con su socio estratégico Microsoft, que ahora poseerá aproximadamente el 27% de la nueva entidad con fines de lucro.
La alianza, no obstante, modifica algunos términos previos de su relación. Aunque Microsoft mantendrá derechos comerciales sobre los productos de OpenAI, estos estarán limitados hasta 2030 o hasta que un panel independiente verifique la llegada de la AGI, lo que ocurra primero.
“Una vez que OpenAI declare haber alcanzado la AGI, esa declaración será verificada por un panel de expertos independientes”, indicó la compañía.
El gigante tecnológico también conservará ciertos derechos sobre los métodos de investigación confidenciales de OpenAI, reforzando su papel como socio esencial en el desarrollo y despliegue de la inteligencia artificial generativa.
Aprobación regulatoria y preocupaciones éticas
La decisión recibió el visto bueno del estado de Delaware, donde está incorporada la empresa, pero aún no hay respuesta del fiscal general de California, Rob Bonta, quien también evaluaba el cambio.
Para OpenAI, la reestructuración representa el cierre de un largo proceso de “diálogo constructivo” con ambos estados. Sin embargo, algunas organizaciones sin fines de lucro y observadores independientes advierten que la transición podría debilitar la independencia del brazo no lucrativo.
Robert Weissman, copresidente de la organización Public Citizen, comparó el nuevo modelo con el de una “fundación corporativa” que podría servir los intereses del negocio con fines de lucro.
“Aunque el nonprofit siga técnicamente en control, ese control es ilusorio. No hay evidencia de que alguna vez haya impuesto sus valores al negocio comercial”, señaló Weissman.
La nueva OpenAI Foundation y su promesa filantrópica
El nuevo brazo sin fines de lucro será conocido como OpenAI Foundation, y de acuerdo con Bret Taylor, planea otorgar $25,000 millones de dólares para financiar proyectos en salud, cura de enfermedades y ciberseguridad relacionada con la IA.
No obstante, la compañía no ha especificado el periodo de tiempo en el que distribuirá esos fondos ni los mecanismos de transparencia que acompañarán estas inversiones.
Aun con la promesa de responsabilidad social, expertos sostienen que el nuevo modelo refleja una tendencia creciente en el sector tecnológico: empresas que buscan legitimidad ética sin perder el acceso al capital privado y la rentabilidad.
Un paso más hacia la consolidación del poder en la IA
El movimiento consolida aún más la relación simbiótica entre OpenAI y Microsoft, que desde 2019 ha invertido miles de millones de dólares en el desarrollo de modelos de lenguaje y plataformas de IA.
Con esta reestructuración, ambas compañías fortalecen su posición en el mercado global, en momentos en que la competencia por liderar el desarrollo de la inteligencia artificial generativa se intensifica entre gigantes como Google, Meta y Anthropic.
Aunque la transición promete mayores recursos para investigación y expansión, también reaviva el debate sobre quién controla realmente el futuro de la inteligencia artificial: las fundaciones que la impulsan o las corporaciones que la financian.






