
Por Karen Gutiérrez, Univision
27 de octubre de 2025 · Boston, Massachusetts
El regreso del horario estándar
Este fin de semana, Massachusetts y la mayor parte de Estados Unidos atrasarán los relojes una hora, marcando el final del Horario de Verano (Daylight Saving Time, DST) y el regreso al horario estándar de invierno.
El cambio oficial se producirá a las 2:00 a.m. del domingo 2 de noviembre, momento en que los relojes deberán retrasarse una hora, lo que permitirá ganar una hora adicional de sueño.
El ajuste llega apenas unos días después de Halloween y forma parte del ritual semestral de “spring forward, fall back” (adelantar en primavera, atrasar en otoño), una práctica que cerca del 40% del mundo aún mantiene.
De la ciencia a la historia: por qué cambiamos la hora
El concepto del horario de verano surgió hace más de un siglo. Según National Geographic, el entomólogo neozelandés George Hudson propuso la idea para tener más horas de luz tras el trabajo y poder cazar insectos.
Poco después, el británico William Willett —bisabuelo del cantante Chris Martin, de Coldplay— promovió oficialmente la medida en su obra British Summer Time.
Durante la Primera Guerra Mundial, Alemania adoptó el cambio horario para ahorrar carbón, y pronto otras naciones siguieron su ejemplo. En Estados Unidos, el presidente Woodrow Wilson firmó en 1918 la ley que implementó oficialmente el Daylight Saving Time.
Qué estados no cambian la hora
Aunque la mayoría del país sigue aplicando el cambio, Arizona y Hawái decidieron no observar el horario de verano desde 1967, amparados en la Ley de Tiempo Uniforme de 1966, que permite a los estados permanecer en horario estándar si así lo eligen.
También los territorios de Guam, Samoa Americana, las Islas Marianas del Norte, Puerto Rico y las Islas Vírgenes permanecen todo el año en horario estándar.
“Los estados pueden mantenerse en hora estándar, pero no pueden adoptar permanentemente el horario de verano sin una ley del Congreso”, explica el Departamento de Transporte de EE.UU.
Hasta el momento, 19 estados, entre ellos Georgia, han aprobado legislación que permitiría mantener el horario de verano todo el año, si el Congreso autoriza el cambio.
Cómo afecta el cambio de hora al cuerpo
El cuerpo humano funciona con un reloj biológico interno, conocido como ritmo circadiano, que regula los ciclos de sueño y vigilia, así como funciones vitales como la presión arterial, el metabolismo y la liberación de hormonas.
La exposición a la luz solar es clave para sincronizar ese reloj interno. Por la mañana, la luz natural reactiva la energía y el estado de alerta, mientras que por la noche, la oscuridad estimula la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño.
Sin embargo, el cambio de hora puede alterar este equilibrio temporal, causando trastornos del sueño, fatiga, irritabilidad y dificultades de concentración.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), uno de cada tres adultos estadounidenses duerme menos de las siete horas recomendadas cada noche, y más de la mitad de los adolescentes no alcanza las ocho horas diarias.
“Incluso un cambio de una hora puede alterar el ritmo circadiano, especialmente en personas que ya sufren falta de sueño”, advierten los expertos en salud.
Consejos para adaptarse al horario de invierno
Para minimizar el impacto del cambio de hora, los especialistas recomiendan:
- Adelantar la rutina de sueño gradualmente, acostándose 15 minutos antes en los días previos al ajuste.
- Exponerse a la luz natural durante la mañana para ayudar al cuerpo a reajustar su reloj interno.
- Evitar pantallas brillantes y luz artificial intensa al final del día.
- Mantener horarios constantes para dormir y comer, incluso los fines de semana.
Además, el cambio de hora es una buena oportunidad para revisar detectores de humo y pilas en casa, una costumbre de seguridad que coincide con este ajuste estacional.
¿Se eliminará el cambio de hora en EE.UU.?
A pesar de los intentos legislativos, el país sigue dividido sobre si mantener o eliminar el sistema de cambio horario.
El proyecto bipartidista conocido como “Sunshine Protection Act”, que proponía hacer permanente el horario de verano, permanece estancado en el Congreso.
Mientras tanto, los expertos en salud pública insisten en que, si se adopta una medida definitiva, el horario estándar debería ser el permanente, ya que mejora el descanso y la sincronización natural del cuerpo con la luz solar.




