
Por Karen Gutiérrez, Univision
24 de octubre de 2025 · Boston, Massachusetts
Una advertencia alarmante en medio del cierre federal
La gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, lanzó una advertencia contundente este viernes: más de un millón de residentes del estado podrían perder sus beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) a partir de noviembre si el cierre del gobierno federal continúa y la administración Trump no libera los fondos de emergencia.
“En este momento, en Washington, hay un fondo de contingencia de miles de millones de dólares que el presidente puede usar para que estos recursos estén disponibles la próxima semana y aliviar la ansiedad que tantas personas están sintiendo en todo el país”, dijo Healey.
“Quiero ser clara con el público: esta es la decisión que Donald Trump ha tomado —quitarle la comida a la gente, terminar con los beneficios de SNAP la próxima semana.”
Un impacto que golpeará a niños, personas mayores y con discapacidad
De acuerdo con la gobernadora, los más afectados serían los sectores más vulnerables de la población:
- 32% son niños
- 31% son personas con discapacidad
- 26% son adultos mayores
Massachusetts recibe aproximadamente $240 millones al mes en beneficios SNAP provenientes del gobierno federal. Healey subrayó que el estado no tiene los recursos para sustituir esa cantidad si los fondos federales se interrumpen.
“El programa SNAP representa uno de cada cinco dólares gastados en los supermercados de Massachusetts”, explicó. “Si el financiamiento se corta, el impacto será inmediato no solo para las familias, sino para toda nuestra economía local.”
Los bancos de alimentos al límite
Las organizaciones de ayuda alimentaria del estado ya están experimentando un incremento en la demanda, y advirtieron que la situación podría empeorar drásticamente en los próximos días si se suspenden los beneficios federales.
Los bancos de alimentos y despensas comunitarias han comenzado a movilizar recursos adicionales, aunque reconocen que no podrán cubrir el vacío que dejaría la pérdida de más de $240 millones mensuales en asistencia.
“Estamos viendo más familias que nunca buscando apoyo”, señalaron representantes de organizaciones de ayuda alimentaria. “Si SNAP se detiene, el sistema colapsará.”
Healey exige liberar los fondos de contingencia
La gobernadora informó que ha solicitado formalmente al presidente Trump liberar los fondos de contingencia disponibles para garantizar la continuidad de los beneficios mientras dure el cierre del gobierno.
“Le pedí al presidente que use los fondos de emergencia para que la gente pueda alimentarse. Massachusetts no puede ni debe asumir sola esta carga federal”, afirmó Healey.
La administración estatal reiteró que el programa SNAP no solo es una red de seguridad social, sino una columna económica que sostiene a miles de pequeños comercios y agricultores locales.
Una crisis con repercusiones nacionales
El aviso de Healey se suma a las alertas emitidas por otros gobernadores del país, que también enfrentan la posibilidad de cortes en los beneficios de SNAP debido a la falta de fondos federales.
La administración Trump ha insistido en que no utilizará el fondo de contingencia de $5 mil millones reservado para el programa, alegando que su uso debe limitarse a emergencias por desastres naturales.
Sin embargo, los líderes estatales y las organizaciones sociales coinciden en que el hambre es una emergencia nacional en desarrollo.
“Este es un momento de decisiones humanas, no políticas”, dijo Healey. “Cada día que pasa sin una solución pone a miles de niños, adultos mayores y familias trabajadoras en riesgo de no tener qué comer.”
Una crisis que podría sentirse en días
Si el gobierno federal no toma medidas antes del 1 de noviembre, más de un millón de personas en Massachusetts perderán el acceso a los beneficios que les permiten comprar alimentos básicos.
La gobernadora advirtió que el estado no podrá sostener el programa por su cuenta y reiteró su llamado a la acción inmediata del Congreso y la Casa Blanca.
“Necesitamos que el gobierno federal actúe ya. Las familias no pueden esperar, y el hambre no puede ponerse en pausa”, concluyó Healey.




