LAS VEGAS, NV – Conoce a Ángel Rosales, un hombre hispano de Las Vegas que, tras conocer de cerca la necesidad, hoy dedica su vida a cambiar la de muchos niños y niñas, o como él cariñosamente los llama: “boys and girls”. Lo que comenzó como un simple gesto, motivado por su propia historia, se ha convertido en una misión que toca corazones en toda la comunidad, ganándose el título de héroe sin capa.
“¿Quién es Ángel?… Un niño que viene del barrio, que entendió la pobreza, entendió qué era sufrir, y entendió que tiene que hacer algo para dejar un mundo mejor para los boys and girls, especialmente para mis hijos”, comparte Rosales.
Nacido en Los Ángeles y criado en North Las Vegas, las dificultades que enfrentó lo impulsaron a ayudar. Uno de sus actos de bondad más recientes fue apoyar económicamente a “Los Halcones”, el grupo de mariachi de la escuela secundaria Jim Bridger, para que pudieran viajar a un campeonato en San Diego, California.
“En un día recogimos más de mil dólares vendiendo pizzas y elotes, esquites, tostitos… Y además muchos de mis seguidores me mandaban dinero, me mandaban por Cash App, por Zelle, por Venmo… Y me decían: Ángel… esto es para los boys and girls de la middle school”, relata Rosales. “Agarramos dinerito, se los dimos y fueron y tocaron en San Diego”.
El grupo obtuvo el segundo lugar en San Diego y, posteriormente, ganó el primer lugar en una competencia local en Craig Ranch Park. Para Ángel, apoyar al mariachi tenía un significado personal.
“Me encanta el mariachi, soy de Jalisco y pues también yo atendí Jim Bridger’s Middle School y me acuerdo que eran 60 dólares para que rentes un violín… Y yo quise tocar mariachi, yo quise y le dije a mi ‘má’ y mi ‘apá’: ‘Denme 60 dólares, yo quiero tocar’… Pero no había dinero”.
Pero la labor de este héroe sin capa no se detiene ahí. Recientemente, en colaboración con la Ciudad de North Las Vegas, organizó un evento de regreso a clases donde se regalaron útiles escolares a niños vulnerables. La generosidad fue abrumadora: más de 2,000 mochilas, 600 pares de zapatos, cuadernos, crayones y lápices encontraron su camino hacia los estudiantes.
“Y eso se sintió bonito que… ellos van a entrar el primer día de escuela con sus mochilas llenas”, dice Angel con satisfacción.
Paralelamente, planeó una fiesta de cumpleaños temática de “Hello Kitty Pink Party” para una niña de bajos recursos del valle. La convocatoria fue un éxito rotundo: los clubes de autos y camionetas de Las Vegas se unieron a la celebración, con más de 100 vehículos participando para hacer de ese día algo inolvidable para la pequeña.
Ángel Rosales ve un futuro esperanzador para su comunidad.
“Yo siento que la comunidad poco a poco se va haciendo mejor… Como crecimos nosotros, los que tenemos más de 30 años, a como están creciendo los niños ahorita, yo digo que ahí la llevamos”.
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