
Por Karen Gutiérrez, Univision | Boston, Massachusetts | 28 de octubre de 2025
El cierre del gobierno federal en Estados Unidos ha frenado un programa esencial para millones de familias que dependen del subsidio de calefacción durante el invierno. En Massachusetts, funcionarios y organizaciones comunitarias advierten que miles de hogares podrían quedarse sin ayuda para pagar la calefacción, justo cuando las temperaturas comienzan a descender.
El Programa de Asistencia Energética para Hogares de Bajos Ingresos (LIHEAP), que normalmente distribuye fondos estatales a partir del 1 de noviembre, no cuenta con recursos aprobados para este año debido a la paralización del presupuesto federal iniciada el 1 de octubre.
Un programa vital en pausa
LIHEAP ayuda a 6.7 millones de hogares en todo el país a cubrir los costos de calefacción en invierno y aire acondicionado en verano. En Massachusetts, el programa benefició el año pasado a más de 159,000 hogares con ingresos bajos o fijos, el 10 % de los cuales incluía niños menores de cinco años.
Sin embargo, el secretario de Vivienda y Comunidades Habitables del estado, Ed Augustus, advirtió que este año la situación es crítica.
“Para esta fecha ya deberíamos tener nuestra asignación y estar trabajando con las agencias comunitarias”, dijo Augustus. “En cambio, recibimos preguntas de familias preocupadas por cómo mantenerse calientes este invierno.”
Los beneficios estatales suelen variar entre $350 y $600 por año, dependiendo del tipo de combustible y del ingreso familiar. Aproximadamente el 56 % de los beneficiarios son personas mayores, muchas de ellas con ingresos fijos.
Un invierno de incertidumbre
La región noreste es especialmente vulnerable porque el 82 % de los hogares que utilizan petróleo para calefacción se concentran en esta zona, según datos federales. Y a diferencia de los servicios de gas o electricidad, no existen moratorias que impidan el corte de suministro de petróleo en invierno.
“Si no pueden pagar para llenar sus tanques, se quedarán sin calefacción”, explicó Mark Wolfe, economista energético y director ejecutivo de la National Energy Assistance Directors Association (NEADA).
“Esto es sin precedentes. Si el gobierno no financia LIHEAP este invierno, habrá muertes. La gente no encenderá su calefacción por miedo a la factura”, advirtió.
Wolfe señaló que cierres anteriores del gobierno ocurrieron después de que los fondos ya habían sido distribuidos a los estados, lo que evitó una crisis inmediata. Esta vez, el presupuesto sigue congelado y no hay un precedente de cómo proceder.
Massachusetts intenta ganar tiempo
El estado cuenta con solo $7 millones disponibles para atender emergencias inmediatas, una cifra mínima frente a los $144 millones que recibió en 2024.
“Esperamos comprar suficiente tiempo hasta que el cierre federal termine”, explicó Augustus, reconociendo que los recursos actuales podrían agotarse pronto.
Estos fondos se destinarán a casos críticos, como familias con tanques de combustible vacíos o sin capacidad de pago. Mientras tanto, las agencias locales trabajan con solicitudes que no pueden garantizar.
“Podemos inscribir a los solicitantes y atender emergencias, pero no podemos prometer que recibirán ayuda completa”, dijo Sharon Scott-Chandler, directora ejecutiva de Action for Boston Community Development (ABCD).
Riesgos para la salud y la seguridad
La falta de calefacción adecuada no solo representa un problema económico, sino también un riesgo sanitario grave. Scott-Chandler advirtió que algunas personas recurren a métodos peligrosos para mantenerse calientes, como usar hornos o calefactores antiguos, lo que incrementa el riesgo de incendios y envenenamiento por monóxido de carbono.
Los expertos en energía y vivienda alertan que el retraso en los fondos podría provocar un aumento de enfermedades respiratorias y hospitalizaciones entre personas mayores, niños y familias sin recursos.
Las causas políticas del bloqueo
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que administra LIHEAP, responsabilizó a los demócratas por el cierre del gobierno. Según la portavoz Emily Hilliard, una vez que se apruebe un presupuesto, la agencia “trabajará rápidamente para administrar las asignaciones anuales”.
El cierre comenzó después de que demócratas y republicanos no lograron acordar un proyecto de ley de financiamiento, en medio de disputas sobre los créditos fiscales de salud y la reducción de la fuerza laboral federal.
Además, la administración Trump despidió a dos docenas de empleados del HHS encargados de revisar los planes estatales del programa, lo que podría retrasar aún más la liberación de fondos incluso si el gobierno reabre pronto.
Un llamado a la acción
Las organizaciones sociales instan a los legisladores a aprobar un presupuesto de emergencia antes de que el invierno se intensifique. De no hacerlo, advierten, miles de hogares podrían quedarse sin calefacción durante semanas.
“Las personas con más conocimiento sobre cómo funciona el programa han sido despedidas. Eso ralentiza todo el proceso”, lamentó Wolfe.
Mientras tanto, oficinas como ABCD en Boston siguen recibiendo a diario a residentes que buscan ayuda y respuestas. El personal continúa trabajando, aunque con recursos limitados y sin certeza de cuándo llegará el alivio.







