Varios centros Head Start podrían enfrentar cierres en los próximos días si el Congreso no alcanza un acuerdo para poner fin al cierre del gobierno. Esto afectaría servicios críticos de educación temprana, salud y nutrición para decenas de miles de niños de familias de bajos ingresos.
“Poco más de 65,000 niños y familias podrían verse afectados”, dijo Tommy Sheridan, subdirector de la Asociación Nacional de Head Start. “El desarrollo de los niños se basa en su propio cronograma, no en el de Washington, por lo que que las decisiones en la capital estén afectando eso es profundamente alarmante”.

Sheridan indicó que 140 programas Head Start —aproximadamente el 10 % de los proveedores a nivel nacional— podrían ver interrumpida la financiación federal. La mayoría dejará de recibir pagos a partir del 1 de noviembre, aunque algunos proveedores ya dejaron de recibirlos desde el 1 de octubre.
El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, aseguró que “Head Start es un programa increíblemente importante y nos aseguraremos de que se les reembolse”. La Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca no respondió a solicitudes de comentarios.
 
					



