La cadena minorista Target anunció una amplia reestructuración que incluye el despido de 1,000 empleados corporativos y dejar 800 puestos vacantes sin ocupar, impactando cerca del 8% de su fuerza laboral global.
La decisión llega en un momento crítico: con ventas a la baja, una competencia cada vez más intensa y un cambio en los hábitos de consumo, la compañía busca recuperar su impulso antes de la temporada navideña.
Cambios en la dirección
El movimiento ocurre mientras Michael Fiddelke se prepara para asumir el cargo de director ejecutivo en 2026, en sustitución de Brian Cornell, quien dirigió la empresa por más de una década. En un mensaje interno, Fiddelke aseguró que la reestructuración busca hacer que Target sea “más fuerte, rápida y mejor posicionada para el futuro”.
Ventas y reputación en descenso
La empresa ha enfrentado tres trimestres consecutivos de pérdidas y una caída del 30% en el valor de sus acciones en 2025, convirtiéndola en una de las compañías con peor desempeño del S&P 500.
Además, su decisión de reducir los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) generó polémica, provocando reacciones divididas entre consumidores y afectando su imagen pública.
Nuevas prioridades
Aunque los despidos ocurren justo antes de la temporada de compras más importante del año, Target insiste en que no se trata de una medida de ahorro, sino de una estrategia para simplificar procesos y acelerar decisiones.
Con la competencia de gigantes como Walmart, Amazon y Costco, la empresa busca reenfocar su estrategia para adaptarse a un consumidor que ahora prioriza los precios bajos y los artículos esenciales sobre los productos decorativos o de moda que antes impulsaban sus ventas.
Fuente: NBC Palm Springs





