
Por Karen Gutiérrez, Univision
27 de octubre de 2025 · Washington, D.C.
El cierre de gobierno llega a un punto crítico
El prolongado cierre del gobierno federal alcanzó un nuevo nivel de impacto social luego de que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) publicara un aviso oficial informando que no se emitirán beneficios de alimentos el 1 de noviembre a través del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés).
El aviso, divulgado en el sitio web del USDA, confirma lo que millones de familias temían: los fondos federales para el programa se han agotado.
“El pozo se ha secado. En este momento, no habrá beneficios emitidos el 1 de noviembre”, señaló la agencia en su comunicado. “Nos acercamos a un punto de inflexión para los demócratas del Senado”.
El SNAP, conocido popularmente como “food stamps”, brinda asistencia para la compra de alimentos a cerca de 1 de cada 8 estadounidenses, una cifra que refleja su importancia estructural dentro del sistema de apoyo social del país.
Una decisión con alcance nacional
La suspensión de beneficios se produce después de que la administración Trump confirmara que no utilizará los $5 mil millones del fondo de contingencia destinados a mantener el flujo del programa en caso de emergencia presupuestaria.
La medida aumenta la presión sobre millones de hogares de bajos ingresos en todo el país, especialmente en zonas rurales y urbanas donde el SNAP es la principal fuente de apoyo alimentario.
El cierre de gobierno, que comenzó el 1 de octubre, ya es el segundo más largo en la historia de Estados Unidos, y su impacto se amplía día a día. Aunque la Casa Blanca tomó medidas para garantizar los pagos de octubre, la falta de acuerdo político amenaza con detener el suministro de alimentos a nivel masivo.
Tensión política en Washington
Desde el Congreso, demócratas y republicanos intercambian culpas sobre la responsabilidad del estancamiento. La administración Trump sostiene que los demócratas deben aceptar reabrir el gobierno antes de negociar temas de salud y presupuesto, mientras que la oposición exige un compromiso simultáneo para renovar los subsidios del Obamacare y proteger los programas sociales.
“La realidad es que si se sentaran a negociar, podríamos resolver esto rápidamente”, dijo el senador Chris Murphy (D-Conn.) en el programa State of the Union de CNN. “Podríamos reabrir el gobierno en cuestión de días y evitar una crisis alimentaria nacional”.
Legisladores demócratas también enviaron una carta a la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, solicitando el uso de los fondos de contingencia para cubrir los beneficios de noviembre. Sin embargo, el USDA respondió que la ley no permite emplear esos recursos para gastos regulares del SNAP, ya que están reservados para situaciones de desastre natural.
En su memorando interno, la agencia citó como ejemplo el huracán Melissa, que se fortaleció en el Atlántico, señalando que los fondos deben mantenerse disponibles para emergencias de ese tipo.
Los estados, en alerta ante el posible corte
El posible cese del SNAP ha encendido alarmas en gobiernos estatales de todo el país, sin distinción de partido.
Algunos estados han expresado su intención de mantener temporalmente los beneficios con fondos locales, aunque el USDA advirtió que no reembolsará esos gastos una vez que el gobierno federal se reactive.
En Arkansas y Oklahoma, las autoridades ya pidieron a los beneficiarios que busquen apoyo en bancos de alimentos y organizaciones comunitarias ante la posible interrupción.
“Es una situación crítica. Hay familias que dependen totalmente de este apoyo para comer cada semana”, comentó un portavoz de una red de despensas en Tulsa. “Estamos aumentando la distribución de alimentos, pero los recursos son limitados”.
Impacto humano y económico
Más allá del efecto inmediato en la mesa de los hogares, los expertos advierten que la suspensión del SNAP también afectará a la economía local. El programa inyecta miles de millones de dólares en supermercados, mercados agrícolas y pequeños negocios.
Según datos del propio USDA, cada dólar de SNAP genera hasta $1.50 en actividad económica, lo que significa que una interrupción de un mes podría retirar más de $6 mil millones del circuito comercial nacional.
En Colorado, por ejemplo, más de 620,000 residentes reciben ayuda alimentaria, una cifra que representa un impacto potencial de más de $100 millones en beneficios federales suspendidos.
Lo que sigue
Si el Congreso no logra un acuerdo antes del 1 de noviembre, los hogares beneficiarios no recibirán sus transferencias electrónicas de alimentos (EBT). La Casa Blanca no ha presentado un plan alternativo para mitigar el impacto.
Mientras tanto, organizaciones sin fines de lucro y bancos de alimentos se preparan para un incremento abrupto de la demanda.
La incertidumbre política mantiene a millones de familias pendientes de una resolución que parece cada vez más lejana.
“El cierre ya no es solo un asunto de Washington”, dijo Murphy. “Ahora está llegando directamente a las cocinas de la gente”.




