
LAS VEGAS, NV – Un hombre hondureño de 24 años murió trágicamente el pasado jueves en Virginia tras ser atropellado por un vehículo mientras huía de agentes federales de inmigración que intentaban detenerlo. La muerte del inmigrante, identificado por su familia como Josué Castro Rivera, es el cuarto incidente fatal reciente que involucra a inmigrantes durante operaciones de control migratorio bajo la intensificada política de la administración Trump.
Según el relato de su hermano, Henry Castro, Josué se dirigía a un trabajo de jardinería el jueves por la mañana cuando el vehículo en el que viajaba fue detenido por oficiales de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Los agentes intentaron detener a Castro Rivera y a los otros tres pasajeros. En ese momento, Josué huyó a pie, intentó cruzar la Interestatal 264 en Norfolk y fue fatalmente impactado por un vehículo, según confirmaron autoridades estatales y federales. Castro Rivera había llegado a Estados Unidos hace cuatro años y trabajaba para enviar dinero a su familia en Honduras. “Tenía un corazón muy bueno”, dijo su hermano el domingo.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmó que la detención del vehículo de Castro Rivera fue parte de una operación “dirigida y basada en inteligencia” y que los pasajeros fueron detenidos por presuntamente vivir en el país sin permiso legal. En un comunicado, DHS afirmó que Castro Rivera “se resistió fuertemente y huyó” y murió después de que un vehículo que pasaba lo golpeara.
La Policía Estatal de Virginia informó que respondió a un reporte de accidente entre un vehículo y un peatón alrededor de las 11 a.m. del jueves en la I-264 en dirección este. Indicaron que Rivera fue golpeado por una camioneta Ford pickup de 2002 y fue declarado muerto en la escena. El accidente sigue bajo investigación. Existe una discrepancia en el nombre, ya que las autoridades federales y estatales lo identificaron como “Jose”, pero su familia insiste en que era “Josué”.
Henry Castro calificó la muerte de su hermano como una injusticia y está recaudando fondos para repatriar el cuerpo a Honduras. “No merecía todo lo que le pasó”, lamentó.
Controvertidamente, el DHS atribuyó la muerte del inmigrante a “un resultado directo de cada político, activista y reportero que continúa difundiendo propaganda y desinformación sobre la misión de ICE y las formas de evitar la detención”.
Este incidente se suma a otras muertes recientes en circunstancias similares que han generado protestas y demandas, en medio de acusaciones de que las versiones iniciales de la administración Trump son engañosas. El mes pasado, agentes federales mataron a tiros a un hombre mexicano en los suburbios de Chicago. En julio, un trabajador agrícola murió en California tras caer de un techo durante una redada de ICE. Y en agosto, otro hombre murió atropellado en una autopista de California mientras huía de agentes federales.




